Dejar una herencia o un legado
En mis años de infancia, solía escuchar de mis padres la frase: “hijo, estudie, es la única herencia que nosotros le podemos dejar, porque plata no tenemos”. Y se volvió tan repetitiva que no me tocó más remedio que ponerme a estudiar (jajaja). Extrañamente nació en mi un gran interés por aprender y crecer intelectual y profesionalmente, que persiste hoy en día (programa inconsciente instalado). Han pasado cuatro décadas desde que escuché por primera vez esas palabras y hoy agradezco a la vida que haya sido así.
Aunque la palabra herencia hace referencia a algo material, un bien inmueble, dinero, joyas, etc.; en mi caso hacía referencia a algo abstracto que recibiría de mis profesores, mentores o de mí mismo, agregando un esfuerzo extra para que ese conocimiento posteriormente se convirtiera en mi fuente de respaldo económico. Sin embargo, mis padres con su visión se quedaron cortos. Ellos además de sembrar en mí el interés por mi preparación intelectual, sin darse cuenta, a lo largo de mi educación, fueron dejando un legado de valores y principios que me prepararon aún más para la vida que la información que recibí en los claustros de formación académica.
Lo más interesante de mi reflexión, es que puedo decir que ese legado permanecerá conmigo mientras esté en este mundo, me ayudarán a seguir transformando mi vida y la de muchos y estoy seguro de que me apalancaran para seguir superando las pruebas más fuertes del camino.
Cualquiera puede dejar una herencia si trabaja con esmero, pero más importante que el dinero es dejar un legado que merece tiempo, amor y ejemplo. El dinero mal administrado se acaba y en familias disfuncionales puede crear caos y división. Pero un legado de buenos valores y principios morales, de buena actitud y sobre todo bondad, favorecen para que las herencias sean instrumento de abundancia para brindar solidaridad, altruismo, trabajo y amor para ayudar a construir un mundo mejor, más justo y equitativo donde participemos todos.
Gracias, padres por su legado.
Alex Terán
Your blog brightens my day like a beam of sunlight. Thank you for spreading positivity and uplifting words.